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Sobre el poemario "Corolas del Agua" de Julián Gómez Giraldo

Sobre el poemario "Corolas del Agua" de Julián Gómez Giraldo

Este tercer libro del autor se encuentra disponible en Amazon

📰 Noticias 18/11/2025
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Giraldoreporta
@Giraldoreporta

Un poemario de casi 150 páginas no suele ser un gesto común en la poesía contemporánea. Sin embargo, Corolas del Agua, del colombiano Julián Gómez Giraldo, publicado en Amazon, rompe cualquier expectativa: es un libro-río que arrastra ciudades, amores, estaciones, naufragios personales y visiones políticas. Un mapa emocional donde el agua —fluida, brillante, devastadora— funciona como la metáfora central de una vida en tránsito.

 

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Gómez Giraldo, que ha vivido entre Colombia y Europa, convierte su biografía errante en materia poética. New Jersey, Nueva York, Londres, Asturias, Brujas o Medellín no son simples escenarios: son estados del alma. En poemas como London, UK 2020, Nueva York, Brick Lake o Impresión, el autor despliega una sensibilidad viajera que mezcla observación urbana, nostalgia y crítica social. Cada ciudad es un espejo que devuelve un fragmento distinto de sí mismo.

 

 

 

Pero si algo define a "Corolas del Agua" es su musicalidad

La obra está impregnada de referencias a violonchelos, liras, arpas y pentagramas. El poeta escribe como quien compone, buscando cadencias, repeticiones, silencios. En ocasiones, el verso adquiere el ritmo de una balada; en otras, la fuerza de una sinfonía barroca o de un canto místico.

 

La presencia de una figura femenina —arcángel, musa, sirena, amante perdida— articula buena parte del libro

En textos como Café y Canela, Gracias a ella o Rumbo a Hogwarts, el poeta convierte el enamoramiento en un fenómeno cósmico, lleno de colores y símbolos mitológicos. En otros, la pérdida amorosa se vuelve desgarradora y conduce a una melancolía casi filosófica.

 

No menos llamativo es el componente político del poemario "Corolas del Agua"

En piezas de tono crítico como Rojo o Capitalismo destructivo, Gómez Giraldo reflexiona sobre la violencia del sistema, la manipulación ideológica y la desigualdad global. Lejos de limitarse a la contemplación estética, la obra incorpora una conciencia social lúcida.

 

El resultado es un poemario torrencial, exuberante, a veces desgarrado y siempre honesto. Corolas del Agua confirma a Julián Gómez Giraldo como una voz singular dentro de la poesía hispanoamericana: una voz que escribe desde el cruce de caminos entre tradición y modernidad, entre la música y la herida, entre la belleza y el desarraigo. Una voz que, como el agua, se transforma sin dejar de ser ella misma.


ANÁLISIS DE COROLAS DEL AGUA

Corolas del Agua de Julián Gómez Giraldo constituye un extenso mapa lírico donde confluyen viaje, memoria, música, geografía y sentido existencial. El poemario es, en conjunto, un largo flujo poético que atraviesa continentes, cuerpos, heridas y epifanías. Su arquitectura recuerda a un cuaderno de bitácora estética: cada poema surge como una fotografía emocional, y cada ciudad —New Jersey, Londres, Nueva York, Medellín, Asturias, Brujas— se convierte en un espejo del yo poético.

1. La poética del desplazamiento

El movimiento es uno de los grandes ejes del libro. El poeta transita por estaciones, trenes, carreteras y calles que no solo son espacios físicos sino también territorios simbólicos de revelación. En poemas como Garden State, Walking in Autumn and Winter o Underground, la ciudad moderna aparece como un escenario barroco, saturado de estímulos, donde la melancolía del viajero se confronta con la dureza del capitalismo urbano, la violencia social o la soledad contemporánea. Esta oscilación entre deslumbramiento y desencanto constituye la sensibilidad viajera del autor.

2. El agua como símbolo total

El agua, eje que articula la totalidad del libro, posee múltiples significados:
— es memoria, pues lo que fluye nunca vuelve de la misma forma;
— es identidad, porque el poeta se reconoce como ser mutable;
— es eros y disolución, especialmente en los poemas dirigidos a la figura femenina y a la musa intermitente;
— es música, pues la corriente se equipara al ritmo interno del lenguaje.

En textos como Agua, Partitura eterna o Ramo de Aburrá, el agua es una materia emocional, una fuerza que une arte, naturaleza y destino. El poeta escribe desde lo líquido, desde lo indecible, desde la vida que se desborda.

3. Musicalidad y tradición

La obra está profundamente musicalizada: aparecen liras, violonchelos, arpas, notas, corcheas, escalas barrocas, do dórico, etc. La música no es adorno, sino estructura metafórica: cada poema funciona como una pieza sonora.

Esta musicalidad revela una conciencia estética vinculada a:

  • el Modernismo, por el valor sensorial y el colorismo (Darío, Silva);

  • el Simbolismo, por la sugerencia y la ambigüedad emocional;

  • la mística española, por la búsqueda de trascendencia a través del lenguaje;

  • el Barroco, por la densidad metafórica y el dramatismo existencial;

  • ecos contemporáneos de violencia, capitalismo y precariedad.

Lo notable es que Gómez Giraldo no imita, sino que reescribe esta tradición desde una voz propia, marcada por una sensibilidad cosmopolita y un lirismo oscuro, híbrido entre classicismo y modernidad.

4. Erotismo, pérdida y desgarro

El poemario tiene un eje amoroso poderoso. A lo largo de numerosas piezas —Café y Canela, Me quedé preso en un área metropolitana, Rumbo a Hogwarts, Gracias a ella, Tu hermosa calavera, Más que amar— aparece una figura femenina que se metamorfosea: musa, sirena, arcángel, ciudad, estación, cuerpo mitológico.

El yo poético oscila entre el asombro erótico, el enamoramiento visionario y la devastación emocional. La pérdida se convierte en un motor poético que tiñe todo de melancolía. El amor no es redención, sino herida abierta que impulsa el verso.

5. Política, memoria e ideología

Aunque eminentemente lírico, el libro incorpora reflexiones sociopolíticas en textos como Rojo, Capitalismo destructivo, Meditar o Tétrico efecto. Aquí el poeta denuncia la violencia capitalista, la hipocresía geopolítica, la pobreza, la manipulación ideológica y la crisis de sentido. Estas irrupciones aportan un contrapunto ético a la obra, ampliando su espectro de lectura más allá de lo íntimo.

6. Estética del exceso y de la fragilidad

La abundancia de colores, gemas, flores, elementos sensoriales y atmósferas produce un estilo cargado, barroquizante, donde la acumulación es parte de la estética. Pero este exceso convive con una profunda fragilidad: el poeta se sabe vulnerable, desgarrado, atravesado por el tiempo, la nostalgia y el deseo de lo imposible. La tensión entre magnificencia y desmoronamiento es uno de los logros del libro.

Conclusión crítica

Corolas del Agua es un poemario totalizador: viajero, musical, erótico, político y filosófico. Su fuerza radica en la capacidad del autor para crear una cosmología personal, donde el agua —como símbolo, ritmo y origen— articula todos los territorios del alma. Es una obra ambiciosa, intensa, a ratos torrencial, que se sitúa en la tradición de una lírica hispanoamericana que entiende el poema como un espacio de metamorfosis y búsqueda interior.


 


 

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