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Carta: El día que muera. A quien pueda interesar

Carta: El día que muera. A quien pueda interesar

Nos olvidamos de la familia, amigos, nos olvidamos de nosotros mismos y el olvido es peor que la muerte física. No quiero que llores cuando me vaya, quiero que sonrías al recordar los buenos momentos que compartimos.

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LaleskaTorres
@LaleskaTorres

 

A quien pueda interesar o pueda corresponder esta carta

 

No quiero que llores cuando me vaya, quiero que sonrías al recordar los buenos momentos que compartimos. No te pongas de negro para demostrar tu pena, a mí me gustaban los colores claros, mejor usa esos colores, no te importe lo que digan los demás y llévame en tu corazón. No te enfades con la vida, no le reclames por qué me llevó, cada uno de nosotros tiene un propósito que cumplir y yo ya hice el mío. Nunca me diste flores cuando estaba vivo, no traigas flores a mi entierro, ni a mi sepultura, ya no puedo percibir su aroma, ni ver su belleza, se secarán y no podré disfrutarlas. Estuviste lejos de mí tantos años cuando vivía, ni una llamada, ni un mensaje, ahora no subas mis fotos a tus redes sociales diciendo que me extrañas y que fui importante para ti. Olvidaste muchos de mis cumpleaños, ahora publicas en tus estados de redes sociales la fecha de mi fallecimiento como si fuera un homenaje, ya no tiene sentido, te necesitaba cerca para compartir felicidad cuando vivía.

 

Reflexión: Pequeños momentos en la vida

Muchas veces, en la vida, dejamos de lado lo que realmente importa por estar demasiado ocupados con el trabajo, las obligaciones, las preocupaciones... Nos olvidamos de que la vida es más que eso, que hay personas que nos aman y nos esperan, que hay momentos que no se repetirán y hay sueños que merecen ser vividos. No posterguemos más lo que nos hace felices, lo que nos llena el alma, lo que nos conecta con los demás. No dejemos de enviar ese mensaje, hacer esa llamada, visitar a ese amigo o familiar. Siempre podemos encontrar tiempo para compartir una taza de café, una charla amena, una risa sincera. Todo es cuestión de organizarse y priorizar lo que realmente vale la pena. No todo en la vida es trabajo, aunque entendemos que a veces las circunstancias nos exigen más de lo que quisiéramos. Pero no perdamos la oportunidad de dar ese abrazo que alguien necesita, de tener esa conversación que nos alegra el día, de disfrutar de la compañía de los que nos quieren. El momento es ahora, no lo dejemos pasar. La vida es un regalo y debemos aprovecharlo al máximo.

 

Conversación

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