Tal parecida a las estaciones del clima, es también la llamada estación de juventud, a veces fría, otras veces cálida, o en ocasiones floreada, sea cual sea la dinámica de la estación esta termina por pasar y solo queda de ella lo vivido y lo que de ella se pueda aprender, para el presente o el futuro, experiencias de cualquier tipo encapsuladas en memorias detalladas que valdría la pena recordar en el momento idóneo.
Juventud: Un Océano de Oportunidades de Crecimiento y Reflexión
En cada momento de la vida existe el espacio para la reflexión, depende de la etapa en que nos encontremos como será el aprendizaje que obtenemos de esos momentos, las estaciones donde el protagonista es menos consciente parecen ser las mejores y no es sino cuando pasamos a la siguiente estación que nos vamos dando cuenta de ello, por ejemplo; quizá un niño no pueda definir cabalmente lo que reflexiona acerca de su etapa vivencial, sin embargo al pasar de una estación a otra, en la juventud será seguramente más probable que este pueda determinar lo magnifico o no de la niñez que recuerda. Y así puede suceder al cambiar de una etapa a otra, muchos factores están implicados en ese tránsito de una estación a otra, sin embargo la juventud es el regalo preciado y de suerte quien bien lo camina puede comparecer ante un océano de oportunidades que impliquen un crecimiento en su ámbito personal, espiritual y profesional.
Mentalizarse y Asumir es una Manera de Crecer en la Juventud
Al momento de presentarse algunas oportunidades en la etapa de juventud, en ocasiones resulta difícil reconocerlas, porque casi ninguna de estas oportunidades vendrán con indicaciones para su reconocimiento, es la dificultad que muchas veces radica en esta estación, pero podemos ver indicios para la elección correcta, pasa por mentalizarnos, y en ese proceso de mentalización reconocer mis virtudes o cualidades, mis talentos y en que siento que puede ser útil a mí mismo y a los demás, así también pasa por reconocer las limitantes y si estas limitantes tiene margen de mejora o pueden ser llevadas con un sentido en que terminen afectando poco o nada con respecto a las satisfacciones que pudiera recibir.
En la estación de Juventud, todos queremos ser reconocidos, pero pocos empezamos por reconocer realmente quienes somos, y pasa por reconocer nuestras virtudes y defectos la puerta para asumir retos de manera más eficaz.
La "agobiante" tarea de Crecer
Y cuando la responsabilidad es agobiante es bueno recordar que el crecimiento implica responsabilidad, no hay que huir de esta realidad, la juventud quiere escaparse de ella en ocasiones, pero siempre es bueno delimitar lo que es darse un espacio y encerrarte en un espacio. Esto es como olvidar que al asumir algo, existe una eventual carga de responsabilidades y deberes que cumplir, y que por supuesto también estamos en condiciones de asumir desde la juventud, es la manera de ganar espacios, y abrir oportunidades a más jóvenes que asumirán más adelante el compromiso de ser mejores personas y ciudadanos afines a seguir creciendo como sociedad.
A Favor de la Juventud
En esta etapa de la Juventud ya se ha avanzado en la aceptación y autoconocimiento, es por ello la mejor época para el aprendizaje, además ya se logra captar objetivamente la realidad que nos rodea, es bueno desarrollar el pensamiento crítico sobre las cosas, en otras palabras; es en esta etapa de juventud que el individuo es capaz de captar la realidad tal y como es. Por eso no es bueno desperdiciar la estación en que uno se encuentra, no sea que luego anheles lo que la estación se halla llevado.