...
...
La voz del corazón: el lenguaje que la humanidad está olvidando

La voz del corazón: el lenguaje que la humanidad está olvidando

La voz del corazón es un tema que se ha popularizado en diversos medios de comunicación, portales de internet, publicaciones sentimentales y ámbitos esotéricos, pero que se suele tratar de forma superficial y a veces comercial.

0 0 0 8

LaleskaTorres
@LaleskaTorres

La voz del corazón es un tema que se ha popularizado en diversos medios de comunicación, portales de internet, publicaciones sentimentales y ámbitos esotéricos, pero que se suele tratar de forma superficial y a veces comercial, convirtiéndose en una tendencia que muchas personas usan para justificar sus acciones como inspiradas por el corazón o dictados del corazón.

 

La voz de corazón: un lenguaje que nunca debe ser olvidado

La comunicación es esencial para el bienestar de la humanidad, pero muchas veces se ve obstaculizada por barreras lingüísticas, culturales o emocionales. Algunos piensan que la solución sería tener un solo idioma, pero ignoran que hay una forma de comunicación más profunda y universal que todos podríamos usar si la recordamos: la comunicación del corazón. 

 

El lenguaje del corazón es una forma de comunicación que va más allá de las palabras y que se basa en la conexión profunda entre los seres humanos. El corazón no solo es un órgano vital que bombea sangre, sino también un centro de inteligencia emocional y espiritual que nos permite sintonizar con nosotros mismos y con los demás. Los científicos han demostrado que el corazón tiene neuronas que le dan la capacidad de autorregularse, pero también de enviar y recibir información a través de campos electromagnéticos. Esta información puede influir en nuestro estado mental, emocional y psíquico, así como en el de las personas que nos rodean. Por eso, el lenguaje del corazón es un punto de partida para una comunicación más fluida, auténtica y compasiva entre los seres humanos, que nos ayuda a recordar nuestra verdadera esencia y a vivir en armonía.

 

Un lenguaje ancestral

La comunicación desde el corazón tiene una naturaleza distinta a la que se basa en el intelecto, ya que, con el intelecto, construimos las palabras e imágenes guiadas por nuestros deseos y proyectos conscientes, y es allí donde radica nuestra capacidad de comunicación verbal. El corazón funciona de otra manera, desde el corazón el lenguaje que emitimos no tiene palabras, no nos expresamos mediante ideas o pensamientos explícitos, sino que nos expresamos de forma intuitiva y emocional. En otras palabras, cuando logramos establecer una comunicación desde el corazón, logramos conectar con nuestro entorno de manera esencial, logramos entender la realidad y la vida de manera profunda sin necesidad de razonamiento ni de lógica.

 

En nuestra lengua, el corazón tiene un significado simbólico que va más allá de su función biológica. El corazón representa la intuición, el sentimiento, la empatía y la conexión con los demás. Por eso, usamos palabras y expresiones como tener una corazonada, tener un gran corazón, no tener corazón, que algo sea descorazonador, etc. Sin embargo, la comunicación del corazón no se basa en las creencias, los prejuicios y los deseos que provienen del ego y que a menudo confunden a la humanidad. La comunicación del corazón es una forma de sintonizar con la esencia de uno mismo y de los otros, de escuchar con atención y respeto, de expresar con sinceridad y claridad. Tal vez los niños en sus primeros años de vida sean más capaces de entender el corazón, pero pronto son educados para desarrollar una comunicación verbal que los aleja de los mensajes que pueden transmitir o recibir a través del corazón.

 

No se trata de menospreciar el pensamiento lógico y racional, que sin duda es una herramienta valiosa para crear y mejorar muchas cosas y para contribuir a nuestro bienestar. El problema es que, por un lado, el intelecto de la mayoría de las personas no está bien desarrollado y se ve influenciado por creencias y prejuicios que lo distorsionan y, por otro lado, las personas han perdido de vista la importancia fundamental que tiene la comunicación del corazón, el lenguaje sin palabras del que hablan tantas comunidades indígenas que han preservado los antiguos conocimientos.

La conexión maravillosa y profunda del ser humano  

 

Las sensaciones que a veces experimentamos sin saber de dónde vienen, como si algo nos impulsara a actuar de cierta manera, son solo indicios de una comunicación más profunda que surge del corazón. Quienes las reconocen y las siguen suelen estar más cerca de entender con el corazón, de expresarse desde él, pero no es suficiente. Por eso, en algunas prácticas de meditación es importante no solo silenciar la mente lógica y racional, sino también lograr sentir desde el corazón la conexión con el ambiente y con nosotros mismos, una conexión sin palabras, sin imágenes creadas por el deseo consciente, sino más bien una conexión de trascendencia, de saber sentir el mundo que nos rodea como algo integrado a nosotros y no como algo extraño a nosotros.

 

La comunicación verbal ha sido una herramienta útil para el desarrollo de la humanidad, pero también ha traído consigo muchos problemas de entendimiento. El lenguaje de las palabras es limitado e imperfecto, y no siempre refleja lo que sentimos o pensamos. Muchas veces, nos quedamos atrapados en nuestras propias ideas y creencias, y no somos capaces de abrir el corazón para comprender a los demás de una manera más profunda y holística. Esto genera conflictos, injusticias y sufrimientos innecesarios. Necesitamos un cambio de paradigma en la forma de comunicarnos, que nos permita conectar con el corazón y con la esencia de cada ser. Un mundo donde solo nos escuchamos a nosotros mismos y cerramos el corazón es un mundo que se aleja de la armonía y de la paz. Estamos viviendo una época de transformaciones, donde tenemos la oportunidad de recordar la comunicación del corazón y de integrarnos en nuestras relaciones con los demás y con la naturaleza. Esta es la clave para crear un mundo más justo, solidario y feliz.

Otros artículos del autor

Conversación

...
...