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Jesús y Marx no asesinaron a nadie

Jesús y Marx no asesinaron a nadie

En nombre del cristianismo se desconoce el número de crímenes cometidos, seguramente, sean más que los realizados en nombre del comunismo

📣 Opinión 07/12/2022
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Giraldoreporta
@Giraldoreporta

La navidad está aquí y con ella tenemos de nuevo el nacimiento de Jesucristo, un hippie, carpintero y filósofo que solo quería que las personas se amaran entre ellas mismas.

Sin embargo, desde que los cristianos dejaron de ser perseguidos por los romanos en el siglo IV d.C. y hasta mínimo el apoyo del catolicismo, que no deja de ser cristianismo, al fascismo español liderado por Francisco Franco.

En nombre del cristianismo han habido masacres, genocidios, asesinatos, guerras santas, inquisiciones, torturas en por lo menos más de 1600 años y sin contar la pederastia, la corrupción, el saqueo al pueblo o su abuso de poder, otorgado por las elites, monarquías, burguesía de oro o nobleza de título.

Jesús y Marx no asesinaron a nadie

Lo curioso es que el comunismo surgió como una manifestación contra todas estas personas que acaparaban las riquezas de las naciones y que tenían el apoyo indiscutible de los líderes de Cristo. 

Así, en 1848 Marx y Engels con su teoría capitalista, llamada comunismo, no querían realmente que los obreros dejaran de creer, simplemente, que se dieran cuenta que la iglesia era "el opio" que los tenía drogados, para no luchar por sus derechos como personas y trabajadores ante sus jefes y máximos representantes, quienes hacían grandes donaciones a los templos cristianos.

En nombre del Jesús se desconoce el número de crímenes cometidos, seguramente, sean más que los realizados en nombre del comunismo.

Estos santuarios no tendrían que haber existido porque Jesucristo rezaba en cualquier lugar. Después de su muerte, sus seguidores se reunían en casas donde hablaban de la palabra de Dios hasta que, en el 313, en el edicto de Milán, el imperio romano íntegro el cristianismo porque suponían una amenaza dentro del imperio.

Además, empezó a construir templos para los cristianos, algo que nunca pidió Jesús y, seguramente, estos lugares para la oración serían más bien para el control de las masas cristianas por parte de los romanos.

Herencia de Jesucristo ¿un Proto-comunismo?

Si para los poderosos en su momento el cristianismo, que posiblemente sería un proto-comunismo, más moral que político, era un un peligro. El manifesto comunista, sin lugar a duda, fue y es una gran amenaza para los que más dinero amansan en este mundo capitalista y conservador, donde cada día los ricos son más ricos y los pobres más pobres.

Es decir, el obrero y en general el pueblo será aún más pobre por mucho que el debate de los capitalistas y de mentalidad conservadora quieran que solo sea tener en el recuerdo, que han muerto 100 millones de personas por el comunismo y no el avance en la humanidad que realmente supuso y supone las tesis marxistas y comunistas, sobre todo en derechos humanos.

Crímenes del cristianismo y el comunismo más totalitario

Yendo al mayor creador del terrorismo del comunismo, Stalin, según el libro de Arch Getty y Oleg Naumov 'The Road to Terror: Stalin and the Self-Destruction of the Bolsheviks', 1932-1939, podría decirse que Stalin no era un comunista al uso y mató más comunistas él, que Hitler o los países opositores a la URSS o la Rusia de hoy en día, que para nada defiende el comunismo de Marx.

Por otro lado, solo en la obra 'Historia criminal del cristianismo', Karl Heinrich Leopold Deschner se encuentran más crímenes y matanzas únicamente del catolicismo solo hasta el siglo IX, por tanto, no redacta las guerras santas, tampoco las cruzadas ni el genocidio producido por los colonizadores, quienes impusieron religión, lengua y bandera, allí por donde arrasaron.

Por otro lado, no señala la lucha entre la hegemonia del cristianismo entre todas las corrientes que siguen la vida de Jesucristo. Finalmente, no cuenta las muertes de dictadores como Franco en contra del comunismo y otras corrientes de izquierda en España, donde todavía hay fosas comunes sin explorar.

 

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