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El Rap y yo.

El Rap y yo.

De cómo el Rap pasó de ser un género marginado a lo comercial y en su esencia siguió siendo una forma de conciencia social. Evolución de letras y artistas latinos y su repercusión en la generación de principio de los 2000s. Opiniones personales o de mierda, en esta mierda de mundo.

🎵 Música 18/02/2023
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@fernandezluisma

La música entro a mi vida desde pequeño y ahí se quedó. Se volvió una parte de mi, de la cual ahora no puedo despegarme, siento que cada canción marca un capítulo de mi vida, la banda sonora de mis historias. Consumir música se me hace tan imprescindible como respirar oxígeno.

El diapasón de mis gustos musicales es amplio, a medida que soy más viejo, más me abro a las sonoridades.
No puedo mentir al decir que evité ciertos escepticismos, pero ahora que estoy más cerca de los 30 admito que forma parte del aprendizaje, que lo escuchado y lo que escucho son reflejos del hombre que voy llegando a ser. 
Hace poco, mientras veía al Chombo, a quién he llegado a admirar como si fuese un verdadero profesor, aprendí que las palabras Hip Hop y Rap no son precisamente sinónimos y aunque una engloba a toda la cultura de la cual es la principal manifestación la otra, no son necesariamente la misma cosa pero tampoco son excluyentes.

 

El Rap y yo

Mis primeros recuerdos del Rap vienen de una pantalla, dónde Eminem, quien entonces tenía 20 años menos, hace gestos con las manos mientras se vacila una lírica apenas comprensible para mi rudimentario inglés escolar. Eminem, un blanco más negro que negro que ha parido una madre, ese fue mi primer referente. Tambien recuerdo que mi hermano hacía sonidos con la boca imitando un beat y yo movía la cabeza a lo real g 4life mientras sonaba "In Da Club" de 50 cent. El rap para mi era ser gánster, carros grandes, videos con mujeres bellas trepadas en un velero, carreras ilegales en superdeportivos y muchas, muchas gorras de baseball con pañuelos cubriendo caras. Por ahí, en algún lugar, mamá tiene guardado algún video donde intento rapear bien duro, a la corta edad de 6 o 7 años. Un Mundo de apariencias, fabricado para entretener, como casi todo lo creado por el hombre.

A principio de la decada del 2000 y los años siguientes el rap va dejando de ser una música marginada para convertirse en un género mucho más comercial. De modestas cabinas de audio en guettos a los grandes productores de la industria musical ytales como Sony, Warner entre otros. Los chicos copiarán desde los atuendos anchos de playeras y cadenas de oro, creo que a eso ahora le dicen outfit, hasta las jergas y maneras de caminar y comportarse. El típico mono vé, mono hace. Sin embargo una parte no despreciable de estos intérpretes, conservará el estilo underground, manifestando su arte a los temas que día a día, siguen atormentando sus realidades. 

Desde René Pérez a Canserbero 

Los años van pasando y René deja de ser el loco cabeza rapada que cantaba atrevetetete salte del closet, quítate el esmalte, mala mía si la puse completa pero sé que más de uno la cantará mientras lo lee, para componer canciones que empiezan a romper mis esquemas de niño; Adentro, Que lloren, La perla junto Rubén Blades; quien estoy más que seguro que partiría la pista si le pusieran un beat, Latinoamerica y sus muchos Grammys latinos. Canciones que empiezan a abordarme, que coño abordarme, sumergirme, en profundas problematicas sociales, en mundos de violencia, de corrupción, de búsqueda de la inspiración en lo cotidiano, de injusticias ignoradas y mucho odio contenido. Ojo, no quiero polemizar si René Pérez es un verdadero rapper o no, hoy en día se diría que se engloba más en un artista urbano, pero que sus claras influencias están en ese ritmo y las letras de tego y Vico eso es una verdad escrita en piedra. Una vez abierta esa puerta, comienzan a colarse Los Aldeanos, ese grupo que comenzó siendo una moda clandestina que se copiaba de un usb a otro y que nadie sabía dónde se presentraban pero todos sabían que se grababa en Real 70. Ahí es donde digo que comencé a apreciar el rap, que cojones el rap, ahi es donde aprendí a ser humano, a ser cubano, a ser un hombre.

 

No es de mi interés hacer un repaso por la discografía extensísima de este grupo, ni aclarar cuántos son, ni muchos menos las razones, sean sencillas o complejas por las cuales se separan estos monstruos. El periódo de actividad de su musica será definido la necesidad de escuchar buenas letras de los que consumimos este género, como dijera Bian en uno de sus múltiples desahogos: No me preguntes que pasó con Los Aldeanos, pregúntame qué tal tu vida? Pero si creo justo decir que un fenómeno cultural como ese, en una isla  absolutamente militarizada y controlada como la mía, es practicamente imposible de reproducir. Primero porque los tiempos han cambiado, definitivamente un Onlyfans y ser youtuber resulta más rentable que sentarse, papel y lápiz en mano, a narrar letras de puro realismo criollo y represión. La gente de hoy en día, la gente joven que está llamada ser los hombres del mañana,  si es que los aliens no terminan de aparecer y exterminarnos, no quiere pensar, ni escuchar a los que piensan, como dijera Tyrone a.k.a Canserbero: mundo sucio donde todos piensan
solo en ellos mismos, malditos mil veces, títeres del egoismo. Tuve que venirme a Venezuela, para entender las letras de este hombre, las cuales solo puedes apreciar, cuando caminas por Caracas con el miedo de que te asalte un hombre hambriento, que te extorsione un policía corrupto llamado Carlos, o te comas una arepa sudado en la
 mañana mientras salsa vieja suena de fondo en una encava. No es que sea imprescindible, pero quería decirte que me jode mucho los que hablan de Canserbero o que gritan sus canciones y no son capaces de abrir un libro, cuando en más de una ocasión él mismo recalcaba que nuestra unica oportunidad de cambiar las cosas era estudiando. 

El Rap es guerra, sentido de pertenencia y la voz de los filósofos de hoy en día

Tengo en mi haber las suficientes horas nalgas estudiando para certificar que el rap no es una música apta para todos los oidos. Pues la verdad, en un mundo de puras apariencias, la verdad resulta tan incómoda como dedo metido en el mismísimo culo. Pero dichas horas me permiten afirmar que el rap es una manifestación musical extremadamente valiosa, la cual bien empleada, puede ayudar a formar conciencias, levantar estados de ánimos, construir sólidas opiniones de esas que no pueden ser compradas ni empaquetadas en latas. Una especie de filosofía que nace de lo urbano de la cual brotan célebres poetas, las cuales ayudan a desarrollar un gusto por lo ajeno a lo comercial, por lo verdadero y perdurable. En resumidas cuentas, oye rap muchacho, y no te vas a arrepentir. Aprende lo real, de lo verdadero, que este mundo se nos está haciendo nada entre cosas que se pueden comprar y cosas que no necesitamos. 

...ni más ni menos, ni de oro ni de goldfield..

Canserbero.

 

Conversación

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