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El Dìa que conocì a los humanos.

El Dìa que conocì a los humanos.

Es la historia de una hormiga que conoce a un ser humano muy especial que se preocupa por la naturaleza y el impacto que creamos en ella.

♻ Ecología 07/09/2022
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Eyderarredondo
@Eyderarredondo

                                            

Hola, mi nombre es Many y soy una hormiga, les contaré mi historia del dìa que conocí a los humanos, fue desde ese momento donde cambió mi perspectiva de cómo funcionaba el mundo donde vivimos. Ese día me encontraba realizando mis labores rutinarias cuando escuché un estruendoso ruido del cual no pude reconocer inmediatamente ni de dónde provenía ni que lo había causado, lo que sì les puedo confesar es que mi curiosidad llegó a un punto en el que definitivamente debía saber qué era lo que causò esa intensa vibración en mis antenas; una vez que pude identificar su procedencia inmediatamente me propuse llegar a la fuente para investigar un poco màs al respecto; cuando llegué al lugar me percaté de que aún mantenía en mi mandíbula el trozo de la hoja de un árbol que había recogido para llevarla al nido del que formo parte, esa era  la tarea que venía realizando desde tempranas horas de esa mañana, aún puedo recordar con memoria fotográfica como si hubiese sido ayer ese mágico momento en el que mis ojos vieron esa majestuosa y gran construcción  que se estaba llevando a cabo por parte de unos seres que lucían un aspecto extrañamente particular con una vestimenta muy llamativa y un sentido del trabajo en equipo muy bien perfeccionado, a su vez pude observar que utilizaban una especie de herramientas mecánicas que ellos mismos podían controlar a su conveniencia, estaba tan asombrado con todo eso que estaba ocurriendo ante mis ojos que pasé el resto de ese día observando las labores que esos extraordinarios seres estaban realizando; las horas pasaron, se hizo tarde y fuè cuando me di cuenta de que ya era hora de regresar al nido.

Al día siguiente en vez de ponerme a trabajar con mis hermanas compañeras como lo había venido haciendo desde hacía mucho tiempo, me dirigí directo a la construcción para seguir estudiando y aprendiendo sobre estos increíbles seres, ese día pude notar que se comunicaban entre ellos a través de sus bocas, también note que se comunicaban por señas, por silbidos y hasta se podían lanzar cosas entre ellos, usaban sus brazos para levantar cosas y tenían dos largas piernas para correr con mucha rapidez, todo esto causó en mi un gran sentido de necesidad de conocer a esta especie tan inteligente y capaz.

Me acerqué a un lugar donde parecía que estuviesen varios de ellos disfrutando de una agradable comida, en realidad lo que estaban comiendo se veía extremadamente delicioso, pude detectar un fuerte olor a azúcar en sus alimentos y eso me pareció algo un poco extraño, sin embargo preferí esperar que terminaran para investigar un poco más sobre qué era lo que esos seres estaban ingiriendo; no debí esperar mucho tiempo ya que en cierto momento sonó una especie de alarma que les hacía saber que su hora de comida había finalizado y debían regresar a sus labores, me acerqué a una de sus mesas y vi que las sobras de sus alimentos aùn se encontraban allì, definitivamente no eran alimentos naturales como los que nuestra especie suele comer, el café lo tomaban con azúcar, todas las bebidas tenían una gran cantidad de azúcar, en ese momento lo único que pasaba por mi mente era por qué esta especie tan inteligente necesitaba ingerir tantas cantidades de azúcar, no quise seguir pensando en ello así que me dispuse a probar un trozo de pan que habían dejado a medio comer en un plato, para mi sorpresa el pan también tenía azúcar; luego de ese inquietante acontecimiento al observar las paredes pude notar que estaban llenas de lo que parecía una planificación a futuro de lo que se estaba construyendo allá afuera, llevaban como nombre “planos” entre uno de esos grandes papeles se podía ver como sería el resultado final de la majestuosa obra en construcción. Me quedé sentado por varias horas detallando cada uno de esos planos y no podía evitar ver la relación que nosotros como Hormigas teníamos con estos seres tan brillantes; sólo que, a decir verdad nosotras las hormigas no contamos con toda esa capacidad ni tecnología para llevar a cabo nuestros proyectos, sólo contamos con la información que viene incluida en nuestro ADN y un avanzado sistema de organización que hemos perfeccionado por millones de años; nuevamente se hizo la hora de regresar al nido y mientras iba camino de regreso pensaba en lo genial que debía ser poder actuar como uno de estos inigualables seres.

Así transcurrieron los días, yo despertaba y me iba directo a la obra para seguir admirando, aprendiendo y conociendo más; uno de esos días fue donde por primera vez conocí a Horacio, él era como así posteriormente me explicó el arquitecto que había diseñado todo el proyecto de esa espectacular obra de ingeniería; dicho esto me tomaré unos minutos para hablarles de este personaje tan especial; Horacio, como así me dijo que era su nombre,  se describía como un amante de la naturaleza, admiraba y respetaba  mucho a los animales, trataba bien a las personas, hacía bien su trabajo y en su tiempo libre se dedicaba a practicar senderismo o alguna otra actividad recreativa para encontrar esa “conexión” (como él la llamaba), con la madre naturaleza; él me explicaba que todos los seres vivos estamos conectados como parte de un todo pero que muy pocos logramos comprender esa realidad, también me dio a conocer que su especie se hacían llamar seres humanos y que en nuestro planeta existen muchísimas especies diferentes de vida y cada una cumple un propósito que hace que el mundo sea como es, a Horacio le gustaba hacer sus diseños arquitectónicos utilizando al máximo su capacidad para aprovechar los recursos naturales que nos brindaba de forma gratuita el planeta, como por ejemplo, él me explicaba que la energía del sol y su fuente de luz podía fácilmente ser utilizada para dar claridad a los espacios oscuros ya que siempre aparecía por los mismos lugares por largos períodos de tiempo, algo similar aplicaba con el viento ya que de este se podía aprovechar para generar energía y mejorar los ángulos de ventilación de edificios, casas y empresas; y así como estos y otros recursos naturales renovables solían ser aprovechados por Horacio a la hora de realizar sus diseños.

Todo esto contribuía ecológicamente con la nuestro planeta y con todos los seres vivos que habitamos en èl, ya que diseñando de esa forma se podía disminuir  en gran medida los problemas del deterioro de los ecosistemas, también se puede disminuir los altos niveles de generación de gases invernadero no necesarios y se mejora significativamente el modo de vida de millones de seres humanos, animales y plantas, creando un equilibrio ecològico complementàndolo con la llamada geometría universal.

No sólo Horacio era el único ser especial, también habían muchísimos más por todo el planeta, sólo existía entre ellos una mínima y muy endeble diferencia; a mi modo de ver las cosas me tomé la labor de encontrar una clasificación para diferenciarlos unos de los otros, de un lado se encontraban los seres humanos con vibraciones positivas y por el otro lado estaban los seres humanos con vibraciones negativas, estos últimos eran un poco despreocupados por su entorno ambiental y por ellos mismos, pensaban que no tenían ni un cierto nivel de responsabilidad con su comportamiento hacia los demás, con el medio ambiente o con el simple hecho de generar la buena intensión, también pude observar que se alimentaban de una forma poco saludable y mantenían su mente ocupada en cosas banales que no le contribuían  de forma productiva para su crecimiento evolutivo. En cambio los seres humanos a los que pude clasificar como los positivos tenían un nivel de comprensión más elevado sobre todo lo que nos rodea y de lo cual formamos parte en conjunto como una unidad, a pesar de todo yo sentía una gran admiración por todos estos seres que tenían la capacidad de pensar, sentir, oír, hablar, conducir, correr, saltar, podían hacer lo que quisieran cuando lo quisieran sin embargo muchos de ellos no se daban cuenta de esta realidad y continuaban viviendo sus días llenos de infelicidad, pesar y tristeza.

Un día le hice a Horacio la siguiente pregunta: ¿Por qué si ustedes los seres humanos son tan inteligentes, capaces, con tantas virtudes y aún así no  logran ponerse de acuerdo todos como la especie mejor evolucionada que existe en nuestro planeta para lograr un equilibrio con el fenómeno de la vida, la paz y la armonía? A lo que Horacio me respondió lo siguiente: Estimada y querida Hormiga, el ser humano es el ser más complejo de entender entre toda la gran variedad de especies que complementamos este planeta, nuestra mente y nuestros pensamientos tienen la capacidad de cambiar nuestra realidad vibrando en conjunto con la armonía perfecta, imparable y eterna de nuestro universo de forma positiva, haciéndonos más felices, regenerando nuestras células, mejorando nuestra salud, nuestra energía, recuerda Manny que somos energía, somos frecuencia y somos vibración en un cuerpo formado por materia que nos da la opción de vivir en el presente cumpliendo la ley universal que todo tiene un ciclo y asì, sin mediar màs palabras simplemente dejó de hablar y me miro con una sonrisa en su rostro a lo que yo inmediatamente pude comprender en ese momento de que Horacio era un ser  ejemplar con una inteligencia y una comprensiòn de la vida excepcional.

Una vez finalizada mi conversación con Horacio regresè a mi hogar con el pensamiento de que tanto los seres humanos como nosotras las hormigas y el resto de las especies que habitamos este planeta cumplimos un propósito único en nuestra estadìa en esta realidad y que lo mejor que podemos hacer es vivir de la mejor forma posible, haciendo el bien, honrando a la vida y cuidarnos entre nosotros mismos porque como bien decía Horacio: “Somos energía, frecuencia y vibración”.

Luego de esta màgica anécdota en mi vida, mis días siguieron transcurriendo de forma normal pero mi sentido de vivir como una hormiga consciente se hizo tan fuerte que todos los días me propuse ser la mejor versión de mì con mis compañeros, con mi familia y con  mi entorno logrando ese sentido de pertenencia de algo màs allà de lo visible y palpable, después de esa agradable experiencia, no ha existido un sòlo dìa que no de las gracias por haber conocido a ese ser humano tan  especial  y siempre estarè agradecido por ese dìa, el dìa que conocì a los humanos.

Conversación

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