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Domingo soñado, salí en busca de nada y lo encontré todo

Domingo soñado, salí en busca de nada y lo encontré todo

Encontrar aquella mujer soñada de la forma mas inesperada y sin buscarla, en un entorno muy agradable, cosas que solo pasan una vez en la vida, y que se disfrutan de forma indescriptible.

➕ Extra 06/12/2022
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@Tuto22

Tarde vallecaucana Inolvidable, sueño hecho realidad.

Aquel domingo, solo sin nada que hacer, en una ciudad hermosa, pero desconocida, salí, simplemente a dar una vuelta, sin esperar ninguna experiencia fuera de lo común, la cual efectivamente di, sin muchas novedades, finalmente y ya resignado a un domingo rutinario, decidí guardar mi vehículo y tomar una cerveza, en un bar cercano al hotel.

llegué allí, era un lugar acogedor, muy de su gente, muy de su ciudad, sonaban hermosas ritmos que me remontaban a mi niñez y a mi juventud, después de unas 4 cervezas y de disfrutar algo de música vieja y nostálgica (baladas de los 70) decidí partir, me esperaba al siguiente día, la rutina laboral acostumbrada, me dirigí al WC, y entonces, al salir te vi, la mujer de mis sueños, aquel hermoso cuerpo, de cabellera ensortijada, de expresión alegre y fresca, me hizo replantear mi partida, decidí entonces pedir otra cerveza, observarte y ver como tu llegada transformó el ambiente en alegría y acabar con la nostalgia y como aquello que había soñado toda mi vida, que creí que no existía, poco a poco se fue volviendo realidad.

Comenzó un concierto de música soñada y maravillosa, sones, guarachas, boleros, boogaloo, tropical, cada quien pedía su música, incluyéndome por supuesto, y entonces llegó lo inesperado, la incógnita, ¿Quién pide esa música? observé como el cantinero, quien después se convertiría en un amigo, les indicaba que era yo, aquel sujeto poco vestido para la ocasión, que desentonaba un poco con el lugar, compartía con ustedes esa gusto por los ritmos tropicales latinoamericanos, y vino entonces la invitación a su mesa, a compartir gustos, melodías y conocimiento sobre aquellos ritmos sublimes que llenan nuestras venas, nuestros corazones, nuestras almas.

Te conocí, la mujer que no creí que existiera, pero que se hizo realidad, melodía tras melodía, conversación tras conversación, confesión tras confesión, aquel domingo septembrino en un lugar impensable, sin esperar nada, pero obteniéndolo todo.

Incursione en una música francesa bellísima, conocí a Édith Piaf y su maravilloso "plus bleu que tes yeux" el marco un hito en mi existencia, llegó un éxtasi jamás vivido, mi alma se paseo por la magia de los ritmos afroantillanos, y para finalizar el máximo goce, sonó aquel "Mujer Divina" de Joe Cuba, que fluyo por nuestras venas hasta llenar nuestras almas y corazones de gozo por la rumba, por la melodía, por la eternidad.

Tuto22

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