Hace aproximadamente 9 años atrás descubrí algo que para mí era un tanto extraño, que cambio en mi esa forma normal de vivir. Se convirtió en un gran tormento; esas luces, voces, figuras humanas y esos rostros de sufrimiento se quedaron gravados en mi mente desde entonces.
fueron noches de desvelo, de desesperación me ahogaba internamente. Sentir esas burlas de todos, sus miradas de asco de desprecio y sus criticas ofensivas esto era desesperante, todo esto me perseguía durante esa larga etapa de mi vida.
cada lugar en el me encontraba me hacían pensar que estaba loca, pero sentía que no era así; lloraba de rabia de angustia me sentía lastimada internamente, la soledad me estaba matando. Al salir a los recreos del colegio ver en los demás compañeros esa sonrisa perfecta en cada rostro, disfrutando cada instante cada segundo que pasaba en el reloj para mí eso era frustrante.
todos se burlaban de mi porque actuaba diferente a como todos solían hacerlo, hablaba con otras personas mientras me encontraba sola y los demás no las veían; por lo tanto, para ellos era algo no normal en una forma mental.
al pasar los años me di cuenta de que era algo que estaba totalmente en mi interior, que no era algo producto de mi imaginación mucho menos que estaba loca. Al ir desarrollando esa habilidad paranormal se volvió para mí un habito de vida sumamente normal, aquellas personas o seres como muchos los llaman habitan en cada espacio, lugar o cualquier entorno, en los rincones más oscuros y ocultos de nuestro mundo.
al cumplir los 12 años de edad me cambie de colegio a una ciudad diferente llamada Himalaya a las afueras de Eslovenia un lugar cálido y acogedor mucho más grande y agradable que donde vivía; bueno eso se veía en las fotos y eso creía yo, allí no conocía a nadie, no tenía amigos ni familiares solo a mis padres. Yo pensaba que al irme de Gotham en esa ciudad tenebrosa ubicada en Australia todo iba a ser diferente, que ya no escucharía esas voces, no vería esas siluetas espantosas; así como también dejaría atrás esas noches de tortura y de desesperación.
pensé que en aquella nueva ciudad podría tener amigos, que podría tener por primera vez una ilusión de ser feliz de poder reír y disfrutar y de vivir como una persona normal. Pero no, no fue así de nuevo me equivoque. Al ingresar al nuevo colegio de la ciudad Himalaya toda esa ilusión desapareció. Aquello que me fatigaba, que me atormentaba se hacía cada vez más poderoso, los ruidos las voces eran cada vez más y más ruidosas las cuales me hacían doler la cabeza, me sentía tan frustrada, agotada, con el alma hecha pedazos simplemente me sentía como si no fuera yo.